
A riesgo de ser pesado, de nuevo hoy vuelvo con un macho montés, en un día gris y desapacible en el macizo nevadense. En la jornada de hoy ha habido suerte ya que aparecen ante mi varios grupos de machos, justo al amanecer y luego a lo largo de toda la mañana. Lástima que las luces frías y neutras que me rodean no me permitan "mejorar" las imágenes que más tarde tendré ante mi. El protagonista de la entrada de hoy, junto a otros, me mostró su destreza a la hora de encaramarse en los lugares más inverosímiles, haciendo casi un ejercicio de suicidio ante mi sorpresa. No deja de sorprenderme la agilidad de éstos animales y porque no su apacibilidad en determinadas zonas de Sierra Nevada. Al ejemplar de hoy fotografiado, sólo le bastaron unos silbidos para que volviera la cara hacia mi y conseguir la foto deseada, ya que de haber estado de espaldas no habría transmitido prácticamente nada, y donde la búsqueda de éste tipo de fotografía, la compositiva, es incesante en cada jornada fotográfica.
Saludos a todos.
Saludos a todos.