
Sencilla imagen de un joven macho montés en las serranías nevadenses, que contrasta con la figura estilizada y elegante del protagonista de la entrada de hoy. Creo que es la primera idea que se me viene a la cabeza nada más ver la fotografía, portentoso ungulado a pesar de su juventud y mirada penetrante, desafiante al intruso de sus dominios serranos con cuerna levantada y perfecta. Espero que, a pesar del tiempo pasado, año 2006, siga andurreando por Sierra Nevada, paraíso de sus hermanos, haciendo disfrutar a todos los que amamos las monteses.
Saludos a todos.