
Hoy vuelvo a remitirme a la temática del paisaje, con menor presencia, en este cuaderno digital para centrarme en la Sierra de Dúrcal y sin duda este doble arcoiris, jamás presenciado por mi, da la nota de color, nunca mejor dicho, a esa tarde en la serranía nevadense. La lluvia también se alió al resto de condiciones meteorológicas ayudando así a componer la escena, ésta, que tiene un componente antropológico dada la presencia del que os habla en el centro de la imagen, constatando la belleza momentánea e inusual de una fría tarde de otoño, con los Castillejos y la Cruz del Contadero como protagonistas.
Saludos a todos.
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