En los bordes de los arroyos nevadenses y la umbría fresca que proporcionan las gélidas aguas de Sierra Nevada, se desarrollan éstos inconfundibles helechos y que podemos disfrutar de ellos hasta el mes de Septiembre. Pocas cosas tan agradecidas hay como una jornada fotográfica que alivie, cerca de un río o un bosque de ribera, los rigores de tan caluroso verano.
Saludos a todos.
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