Jornada otoñal desde las alturas trevenqueanas, finales de Octubre y las últimas luces cayendo sobre el aún, desierto de nieve, macizo nevadense. Creo que es de sobra conocida por todos, sobre todo por fotógrafos, o por lo menos en mi caso, que la mejor época en lo que a las luces se refiere en general y en particular, de amaneceres y atardeceres, es el otoño.
Por eso, muchas son las mañanas y tardes, en las que salgo con la esperanza de encontrar este tipo de estampas. En busca de las tan deseadas monteses o de la flora primaveral exclusiva de Sierra Nevada, hay momentos en los que hay que dejar a un lado tan preciado tesoro fotográfico y disfrutar, por breves momentos, con los que nos deleita nuestro Parque Nacional. Ojalá, que fotografías como ésta o la de miles de aficionados a esta maravillosa afición o la naturaleza, sirvan para concienciar en algo, al resto de personas que salen cada fin de semana, y que, en múltiples ocasiones, no en todas, por supuesto, dejan su zona de acampada o comida familiar, hecho unos zorros, como se suele decir.
Saludos a todos.